viernes, 21 de diciembre de 2012

MONTES, el ACTUAL ENTRENADOR de ARQUEROS: de AQUELLOS tres PARTIDOS a este DESAFÍO

River venía de ser campeón Nacional 1981, el primer título de la era post Angel Labruna. La programación cambió y se disputó a comienzos del año 82 el torneo Nacional y luego se desarrollaría el Metropolitano, cuando antes era al revés. En las dos primeras fechas del Nacional 1982 (sólo se había comprado a Carlos Randazzo, eran tiempos de “déficit” quincenal, mensual, anual...) Jorge Ferrero ocupó el arco de River, pero para la tercer jornada el técnico Alfredo Di Stéfano se inclinó por Alberto Montes, quien debutó con un buen desempeño en la igualdad 1 a 1 con Gimnasia de Jujuy como visitantes. Tapó muchas pelotas y mantuvo una seguridad y serenidad elogiables. Había sido acercado al club de Núñez por el dirigente Osvaldo Riganti.
Montes mantuvo un nivel aceptable en el otro empate, esta vez sin abrir el marcador contra N. O. Boys en Rosario. Se notaban sus condiciones, era un valor promisorio; pero al siguiente domingo llegaría el punto más flojo de su efímera trayectoria futbolística en la institución: justo contra Boca en el Monumental.
Nueve jugadores del Millonario habían quedado concentrados con el plantel de César Menotti para el camino hacia el Mundial de España: Ubaldo Fillol, Julio Olarticoechea, Alberto Tarantini, Daniel Passarella, Jorge Gordillo, Ramón Díaz, Enzo Bullery, Américo Gallego y Mario Kempes. Asimismo, otros elementos de renombre (Reinaldo Merlo, Eduardo Saporiti, Alfredo De los Santos, Emilio Commisso, José María Vieta) estaban suspendidos porque no se habían presentado poco tiempo atrás a jugar contra Peñarol en Mar del Plata, por el torneo de verano. River salía a jugar el superclásico diezmado, con lo que le quedaba… repasemos la formación que saltó al campo de juego contra un Boca sin Diego Maradona (también afectado por la Selección) pero que contaba con valores experimentados: Montes; Savarese, Russo, Coccimano y J. García; Vega, Giúdice y Messina; Tévez, Alegre y Randazzo.
El puntero Jorge Tévez abrió el marcador para el local. Luego, River se perdió tres goles “hechos”. Boca estaba ausente. Parecía la “reencarnación” de los once pibes de River que bailaron a Boca en el 71 en cancha de Racing, o de aquellos que le sacaron un empate al Boca campeón en Huracán por el Metro 76. En la popular y en las plateas había fiesta, la gente cantaba: “Seguí bailando Boca seguí bailando / seguí bailando que te vas a enloquecer!” Pero el sueño duró poco y nada: los “xeneises” aprovecharon la inexperiencia y flojedad de la retaguardia local y dieron vuelta el partido. La imagen es un verdadero documento: Rubén Coccimano, Alberto Montes, Carlos Russo, Eduardo Savarese y Carlos Randazzo sólo observan cómo el “Chino” Benítez se pierde otro gol que ya era celebrado en la tribuna visitante …
Empató Oscar Ruggeri para el equipo en ese entonces dirigido por el “Polaco” Cap –al torneo siguiente dirigiría a River, un caso único-, aumentó Ricardo Gareca y luego Oscar Córdoba anotó dos tantos. En uno de ellos, Montes con sus piernas le atajó un penal, pero del rebote el defensor logró convertir… Posteriormente el “Tigre” Gareca pondría las cosas 1 a 5. Algunos simpatizantes de la banda roja insultaban; otros preferían quedarse en silencio sin desaprobar a los juveniles que hacían lo que podían. Para cerrar una tarde lamentable, Jorge García ejecutó un penal que pegó en el palo… Igual, ya estaba todo definido.
Fue una actuación muy floja la de Montes -en un equipo sin fuerza ni reacción-, y ya no volvería más al arco. Ferrero retomó la titularidad y gozó de continuidad hasta finalizar la pálida campaña de River en este certamen, aunque sus producciones fueron apenas aceptables.
En el marco de la segunda rueda del Nacional, ya en la revancha en la Bombonera y con los retornos de Jorge Gordillo y Enzo Bullery –desafectados del plantel argentino que viajaba a España-, Montes fue entrevistado en los vestuarios por un periodista y dijo estar en cierta forma molesto porque quería volver a ser titular: sentía que lo habían dejado de lado y pedía otra oportunidad. Cerca de allí estaba la “Saeta Rubia”, quien escuchó la conversación: dicen que esos dichos fueron más “lapidarios” para Montes que las cinco veces que la tuvo que ir a buscar adentro frente a los “boquenses”… Di Stéfano siempre tuvo un carácter muy fuerte y ya había demostrado su “mano dura” al posibilitar la desvinculaciones de Juan José López, Pedro González y Juan Carlos Heredia (a Talleres de Córdoba), Héctor López (a San Lorenzo), Luján Lonardi (a Arg. Jrs.), Hugo Iervasi (a Chacarita), Pablo Comelles (a Boca), Omar Labruna (a Platense) y Norberto Alonso (a Velez)… menos iba a tener “historia” con un chico que recién comenzaba.
Al principios del 83, el guardameta fue dejado en libertad de acción y siguió su carrera en Bolivia. Dicen que hay mal que por bien no venga: allí fue ídolo en el The Strongest. Posteriormente Montes volvió al país y pasó por Atlanta. Ahora, juega su propio “partido” en River Plate, pero desde otro lugar: Ramón Díaz le ratificó la confianza en su función y desarrolla una tarea tendiente a formar buenos arqueros… y que duren en los tres palos millonarios “algo más” que tres partidos.